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En la Global Alumni Reunion del IESE del 24 de octubre del pasado 2008, Michel Camdessus, director gerente del Fondo Monetario Internacional desde 1987 hasta 2000, realizó su particular análisis de las causas e implicaciones éticas de la actual crisis.
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Postuló que la crisis se ha originado en un sector desregulado de la economía y que, en la aldea global, cuando no hay guardias reinan, los ladrones de gallinas.
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Ante un auditorio erudito e interesado (más de 1.500 empresarios y directivos) señaló una serie de, a su juicio, comportamientos e interpretaciones éticas contra las que derrochó sus mejores calificativos:
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• Greenspan: Mantener artificialmente bajos los tipos de interés al 1 por ciento.
• Ausencia intencionada de reglas.
• Comportamientos nada éticos: Atraer al mercado crediticio, mediante intereses atractivamente bajos, a personas insolventes, exponiéndoles así a perder sus inversiones y sus ahorros.
• Greenspan: Mantener artificialmente bajos los tipos de interés al 1 por ciento.
• Ausencia intencionada de reglas.
• Comportamientos nada éticos: Atraer al mercado crediticio, mediante intereses atractivamente bajos, a personas insolventes, exponiéndoles así a perder sus inversiones y sus ahorros.
• Una falta grave: vender instrumentos derivados de esos créditos sin entenderlos ni explicarlos.
• Negligencia muy grave: fiarse solo de los organismos de rating, sin mayor análisis de riesgos.
• Error grave de los supervisores y gobiernos: no reaccionar más rápido ante comportamientos colectivos claramente irregulares.
• Negligencia muy grave: fiarse solo de los organismos de rating, sin mayor análisis de riesgos.
• Error grave de los supervisores y gobiernos: no reaccionar más rápido ante comportamientos colectivos claramente irregulares.
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Algunos de estos comportamientos fueron calificados directamente de “criminales”, si bien, una vez más, cuando el autor de la fechoría se mueve en los ambientes adecuados, su falta queda sin "espiar".
Algunos de estos comportamientos fueron calificados directamente de “criminales”, si bien, una vez más, cuando el autor de la fechoría se mueve en los ambientes adecuados, su falta queda sin "espiar".
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Como siempre la pregunta es "quién vigila al vigilante"?
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Sobre la vertical de la UEM,
tomado de Beatriz Valderrama
con el correspondiente agradecimiento
y asumiendo su comprensión por la adaptación a este medio
