jueves, 5 de agosto de 2010

Liderando en Positivo

Una de tantas veces compré un periódico en un aeropuerto dispuesto a mirarlo y leerlo con cierta atención. El tiempo del que dispongo a diario no es el mismo que el que ofrece viajar en avión.

El pesimismo de las noticias no albergarba muchas esperanzas al posible interés final de cualquier artículo de opinión pero de golpe me encontré con unas líneas rodeando una figura central del tenista Rafa Nadal, con traje y camisa arremangada, dando una impresión de total decisión. El título del artículo “Liderando en positivo” y su autor, Isidre Fainé, me hicieron picar la curiosidad y lo leí.

Qué gran decisión la de prestarle la atención a ese artículo ya que me motivó en exceso para seguir avanzando en unos momentos difícles para nuestro país. Aquí os dejo los puntos clave:

El escenario:
“La verdadera y definitiva recuperación económica deberá basarse en reformas institucionales que comporten una mejora de la productividad y la eficiencia de los mercados, además del mercado laboral.

Pero lo que en realidad determinará el porvenir de nuestro país será la capacidad de los agentes económicos, y en especial, la capacidad de las empresas y sus directivos, para responder a los retos que plantea el escenario actual.”

El actor principal
“El auténtico motor de las empresas es el directivo emprendedor, impulsor de proyectos y el enlace entre un capital financiero y un capital humanoEl directivo debe infundir confianza y transmitir la convicción de que entre todos es posible crear un nuevo futuro porque las empresas españolas y sus directivos tenemos capacidad y potencial para superar la actual situación”.
El directivo debe contar con una alta dosis de confianza en sí mismo, de fuerza de voluntad, de experiencia y de inteligencia en un sentido amplio.

¿Qué hacer?

“Es nuestra obligación afrontar con firmeza y confianza los reveses económicos, con el sólido convencimiento de que podemos superar la situación y de que incluso podemos salir reforzados.
Los directivos no podemos escudarnos en los argumentos de crisis para desisitir y no luchar, ni podemos tampoco rehuir nuestro compromiso con la empresa y con la sociedad; no debemos permanecer impasibles. Tener problemas es inevitable. No afrontarlos es opcional”.¿Cómo hacerlo?

“El contexto actual nos obliga a actuar con rapidez y decisión, porque el riesgo de verdad casi siempre surge cuando no nos arriesgamos, dilatar una decisión puede ser la causa principal de que no sea eficaz.

Para ello es necesario:
1. Un modelo de gobierno que inspire credibilidad y conjugue los objetivos de todos los grupos de interés
2. Un plan estratégico a largo plazo coherente con la trayectoria y la cultura de la empresa, y con sus obligaciones en términos de responsabilidad social.
3. Un modelo de gestión que potencie el trabajo en equipo, porque el conjunto siempre es más que la simple suma de las partes.

La forma de superar una situación difícil es optimizar aquello en que nuestra experiencia y eficacia están contrastadas. Hagamos bien lo que sepamos hacer. Y según decía John Maynard Keynes, la dificultad reside no tanto en desarrollar nuevas ideas, sino en prescindir de las antiguas.La clave

La clave del éxito de la empresa reside en la capacidad del directivo y en su liderazgo para atraer y mantener fiel a su visión, un equipo apasionado y con gran talento. Sólo con un proyecto cpmún en el que participen todos, se puede potenciar la colaboración, la implicación y el verdadero compromiso de todos los colaboradores.

Las grandes estrategias son necesarias, pero lo realmente imprescindible son las personas.

Las personas
Las personas son el corazón de la empresa y esta sólo seguirá latiendo con fuerza mientras los directivos trabajen con la ilusión del primer día y la intensidad del último: con pasión, inteligencia y corazón.

Los valores
Para sentar las bases de un futuro esperanzador, resulta ya imprescindible que recuperemos valores como esfuerzo, capacidad de sacrificio, compromiso, respeto, humildad y aspiración y búsqueda del bien comú. A todo ello hay que sumar rigor, método y trabajo duro.

La conclusión:

Liderar en positivo

Liderar en positivo significa estar convencidos de que existen oportunidades, confiar en nuestra capacidad en nuestra gente e ilusionar a nuestros equipos para que el corazón impulse a la razón.
Y para liderar en positivo nuestro trabajo debe ser hecho con eficiencia, iniciativa, afán de mejora continua, capacidad de autocrítica y constancia. Debemos basar la actuación diaria en la cultura del esfuerzo y que no nos subyugue la cultura de éxitos pasados que no garantizan por sí mismo éxitos futuros.

Encontraremos el camino para salir juntos de la crisis si sabemos convertir problemas en fuente de oportunidades, si sabemos preservar y generar riqueza y empleo, si sabemos mantenernos abiertos a la innovación y al mundo y si a pesar de las dificultades, en todo momento sabemos ser justos y generosos con la sociedad que ha depositado en nosotros su confianza.Un excelente reto para estos momentos: hacer que las cosas sean como deberían ser.


Isidre Faine
La Vanguardia
Sobre la vertical del último día
de unas necesarias vacaciones