La sociedad que nos ha tocado vivir impone un paradigma y unos valores que el individuo a veces admite sin suficiente reflexión.
Una parada a tiempo y un momento de reflexión son privilegios que no siempre somos capaces de concedernos a nosotros mismos.
Diez minutos son suficientes. Acompañemos a Nigel Marsh en su explicación sobre su propia "caída del caballo"